Esqueria
Ulises, tras abandonar la isla de Ogigia, donde había permanecido siete años cautivo de la promesa de inmortalidad de la ninfa Calipso, sufre en su regreso a Ítaca la ira de Poseidón en forma de tempestades.
Naufraga y acaba en la isla de Esqueria, donde se encuentra con los feacios, una población que vive en armonía y que le da cobijo, alimento y una embarcación para que puede continuar su viaje de regreso a Ítaca.
Volviendo a nuestros días, vivimos rodeados de promesas tan cautivadoras como cuestionables o directamente mentirosas. Esqueria es un bonita utopía, ni cautiva ni atrapa a Ulises, se limita a darle lo que necesita en ese momento para proseguir su viaje. Nada más, y nada menos.